La Moda sostenible en la Agenda 2030

Emilia Burgos de Fundación TierraVida

La problemática ambiental nos afecta a todos porque vivimos en un mundo interdependiente donde la tierra es nuestra casa común. La sostenibilidad se ha vuelto una necesidad en el mundo de hoy porque sabemos que no tenemos otra opción. Es por esto, que muchos actores del sistema internacional están trabajando por hacer un planeta más sostenible. Desde la Revolución Industrial, la actividad humana viene aumentando en nuestra atmósfera las concentraciones de dióxido de carbono, y otros gases de efecto invernadero, provocando el aumento de la temperatura media global. Nosotros somos los responsables del último cambio climático observado, ya que venimos acumulando progresivamente gases de efecto invernadero que están dañando la Tierra.

De acuerdo con la Conferencia de la ONU sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD), la industria de la moda es la segunda más contaminante del planeta, genera el 10% de las emisiones globales de efecto invernadero por el alto consumo energético y las largas cadenas de suministro. Además, según la Convención Marco de las Naciones Unidas para el Cambio Climático (CMNUCC), la producción textil tiene un gran impacto en el cambio del clima debido a que se necesita mayor energía que en otras industrias, como la aviación o el transporte marítimo. Sin embargo, el impacto que genera la industria de la moda va más allá de sólo las emisiones globales de carbono ya que también genera el 20% de las aguas residuales y el 85% de los textiles terminan en vertederos, o se incineran, recogiéndose sólo el 20% para su reutilización o reciclaje. Asimismo, un estudio ambiental alertó que confeccionar jeans requiere el uso de 7500 litros de agua, lo cual equivale a la cantidad que bebe una persona promedio en 7 años, lo cual nos parece increíble pero es el costo que pagamos por estar a la “moda”. Los datos estadísticos obtenidos en la UNCTAD indicaron que el sector de vestidos utiliza para su confección 93.000 millones de metros cúbicos de agua, que podrían satisfacer las necesidades de 5 millones de personas. Además, se arrojan al mar medio millón de toneladas de microfibras, el equivalente a 3 millones de barriles de petróleo, ya que las fibras sintéticas se obtienen de diversos productos derivados del petróleo como el nylon, poliéster, spandex. La cadena de suministro y los procesos de fabricación, contienen índices de emisiones globales muy altos, ya que la industria de la moda consume grandes recursos naturales para su producción. En total la producción de ropa y calzado genera el 8% de los gases de efecto invernadero.

La moda rápida, también conocida como “fast fashion”, es un modelo que permite a los consumidores comprar ropa nueva cada día,ofreciendo ofertas y descuentos a un bajo precio; acciones que invitan a desechar fácilmente. Como consecuencia, la producción textil desde el 2000 al 2014 se duplicó provocando externalidades negativas para el desarrollo sostenible en sus tres ámbitos: ambiental, económico y social. Es por ello, que la ONU promueve la moda sostenible y ética ayudando a las empresas del sector a luchar contra el cambio climático y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030.

ONU Cambio Climático promueve la moda sostenible a través del programa “Climate Neutral Now” (Neutralidad Climática Ahora), donde se invita a las organizaciones que deseen compensar las emisiones de carbono con inversiones en proyectos de países en desarrollo. También hace un llamado a la acción climática global “Act Now”, en donde Naciones Unidas llama a la acción individual sobre el cambio climático. Esta campaña tiene como objetivo crear conciencia, ambición y acción para acelerar la implementación del Acuerdo de París. Se trata de una campaña en línea y en redes sociales para educar y alentar acciones sostenibles de consumo. La idea de “Act Now” es que todas las personas del mundo se comprometan a marcar una diferencia en cada aspecto de su vida diaria, desde la comida que consumen hasta la ropa que visten, por ello en 2019 se centró sobre la base de la comida y la “Moda”. Sobre este último se invita a que cada uno realice acciones de moda “cero residuos” a través de un desafío: reciclar ropa vieja y crear un nuevo look. Así, los mejores diseñadores de moda presentarán sus propias colecciones recicladas generando una ola creativa para que se animen todos a crear sus propios diseños reciclados y compartir en redes sociales.

¿Cómo contribuyen los ODS a la moda sostenible?

La palabra “sostenibilidad” apareció por primera vez en 1987 con el “Informe Brundtland”, denominado así por el nombre de la Doctora Gro Harlem Brundtland (ex Primer Ministra de Noruega), quien tenía a su cargo una Comisión Mundial sobre Medio Ambiente y Desarrollo encargada de investigar, estudiar y buscar soluciones ante la problemática ambiental como consecuencia de las actividades antropogénicas. Este informe también conocido como “Nuestro Futuro Común” (Our Common Future), fue elaborado por varios países de la ONU. Allí apareció por primera vez el concepto de “Desarrollo Sostenible” definido como aquél desarrollo que permite satisfacer nuestras necesidades sin comprometer a las generaciones futuras.

En 2015 se adoptaron dos grandes acuerdos transformadores e interrelacionados que dieron cuenta del camino hacia dónde queremos ir, qué rumbo tomar y qué es lo que necesitamos hacer para vivir en una planeta más sostenible. Así es como se adoptó la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y el Acuerdo de París sobre cambio climático. En Septiembre de 2015, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible a la cual se suscribieron los 193 Estados miembros,sobre la base de tres las dimensiones de sostenibilidad: económico, social y ambiental y que formalmente entró en vigor el 1 de enero de 2016. Los líderes estatales aceptaron un conjunto de objetivos globales llamados “Objetivos de Desarrollo Sostenible” (ODS) con el fin de erradicar la pobreza, proteger el planeta y asegurar la prosperidad para todos como parte de una nueva agenda de desarrollo sostenible. Estos objetivos son una hoja de ruta y actúan como estado de alerta para que el mundo realice una evolución, comprometiéndose por una vía más sostenible en lo que hace a la vida diaria. Los ODS son 17, cada uno de ellos expresa un objetivo que se aspira alcanzar. A su vez, son 169 las metas donde cada objetivo incluye una serie de guías definidas globalmente y cuenta con 230 indicadores propuestos por el Grupo Interinstitucional y de Expertos sobre los indicadores de los ODS (IAEG- SDGs, por su siglas en inglés), para el seguimiento y revisión de los avances a escala mundial de los 17 ODS.

Con estos nuevos Objetivos de aplicación universal los estados se comprometieron a intensificar los esfuerzos para los siguientes 15 años para poner fin a la pobreza en todas sus formas, a reducir la desigualdad y luchar contra el cambio climático y al mismo tiempo lograr un desarrollo donde todos formemos parte en igualdad de condiciones para poder cumplir con los 17 objetivos de valores globales compartidos y de los cuales todos deben hacer su parte; gobiernos, el sector privado, la sociedad civil, las ONGs. Dos de los 17 objetivos que plantea la nueva Agenda Global, que están en estrecha relación con la moda sostenible, son el ODS 12 “Consumo responsable y producción” y el ODS 13 “Acción por el clima”.

El ODS 12 “Consumo responsable y producción”. Garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles

Este es uno de los 17 Objetivos Globales de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, que plantea una mirada integral para avanzar y cumplir con los demás objetivos. Debemos reducir la huella ecológica para lograr un crecimiento económico y un desarrollo sostenible, para ello es necesario cambiar las formas de producción y consumo de bienes y recursos naturales. Asimismo, es importante que las industrias, los negocios y los consumidores opten por medidas de reciclaje, reducción y reutilización de los desechos, apoyando y cooperando con los países en desarrollo para que puedan alcanzar los objetivos planteados en la Agenda 2030. Cada producto que compramos tiene una huella ambiental; el impacto de la contaminación plástica se refleja en la vida terrestre y marina.

El ODS 13 “Acción por el clima”. Adoptar medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus efectos

Cuando hablamos de cambio climático nos referimos a múltiples amenazas que son los más grandes desafíos que debe afrontar la humanidad, y que es algo más que un objetivo de desarrollo sostenible. El impacto del cambio climático significará eventos climáticos extremos más frecuentes, y más personas desplazadas por estos eventos. Los niveles del mar continuarán aumentando, afectando a islas más pequeñas y áreas costeras bajas, y muchos lugares experimentarán sequías más prolongadas, amenazando los alimentos, ecosistemas y el suministro de agua.

El cambio climático no conoce fronteras y está afectando a todos los países del mundo ocasionando perturbaciones en las economías nacionales y en la vida social de las personas. Muchos eventos extremos que están aumentando y las emisiones de gases de efecto invernadero han alcanzado los niveles más altos de la historia. La acción por el clima es un llamado urgente para todos, y debemos actuar ahora, porque los riesgos del cambio climático son esencialmente globales, no importa dónde se generen las emisiones contaminantes siempre afectarán a alguna región del mundo. Se plantea así, la necesidad de actuar con una mirada a largo plazo, comenzando hoy, porque son los países más vulnerables los más afectados por esta problemática. Nuestro mayor desafío es lograr la cooperación internacional climática donde se pueda avanzar hacia una economía baja en carbono.

El Acuerdo Climático de París también nos invita a crear moda sostenible

El 12 de diciembre de 2015, con el fin de fortalecer la respuesta global las 195 naciones se reunieron en París y alcanzaron un acuerdo histórico: el Acuerdo de París (COP21) para combatir el cambio climático, impulsar medidas e inversiones basadas en un futuro bajo en emisiones de carbono, resiliente y sostenible. Este Acuerdo entró en vigor en noviembre de 2016 para los países que decidieron ratificarlo con el fin de fortalecer la respuesta mundial frente a la amenaza del cambio climático. Es un acuerdo dentro de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) que se ocupa de la mitigación de las emisiones de gases de efecto invernadero, la adaptación y las finanzas con una hoja de ruta finalizada para el año 2020. De esta manera, todas las naciones se comprometen por una causa común en base a sus responsabilidades pasadas, presentes y futuras, comunes pero diferenciadas El objetivo principal del acuerdo universal fue mantener el aumento de la temperatura global por debajo de los 2 grados centígrados y limitar el aumento de la temperatura incluso más por debajo de 1,5 grados centígrados sobre los niveles preindustriales. Como consecuencia, la ONU está ayudando a que más empresas del sector textil puedan transformarse hacia negocios sostenibles que permitan luchar contra el cambio climático y alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible. La industria de la moda causa el 10% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, por el gran consumo energético que demanda y las grandes cadenas de suministro. Es clave que exista un cambio en las prácticas de la industria textil para reducir las emisiones de carbono y contribuir a mantener el aumento de la temperatura media global por debajo de los 1,5 grados centígrados, respecto de los niveles pre-industriales, tal como lo indica el Acuerdo de París.

Hemos creado hábitos de consumo donde buscamos la practicidad y el menor costo a la hora de elegir lo que queremos, lo cual parece coherente, pero el problema radica en que nos hemos olvidado de cuál es el daño que causamos al ambiente cuando hacemos estas prácticas, cuál es su huella ecológica. Es mejor comprar lo que necesitamos y elegir bien. Muchas marcas, diseñadores y hasta activistas ambientales han optado por la moda sostenible conociendo el impacto que está generando la industria de la moda rápida y su relación con el cambio climático. Si la industria de la moda fabricara ropa de mejor calidad, y que dure más, no necesitaríamos comprar mucho para tener más y acumular. Todos somos responsables y todos podemos contribuir para lograr los objetivos de la Agenda 2030 y del Acuerdo de París. No hay tiempo, es ahora y podemos hacerlo.

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